"También pedimos que se habilite el CIE de Murcia como un centro de acogida para inmigrantes, ampliando los recursos sociales, psicológicos, educativos y jurídicos"

Por su ubicación geográfica, España es lugar de llegada de los flujos migratorios provenientes de África, siendo las costas murcianas receptoras de personas que huyen de la pobreza y el hambre, de conflictos bélicos o de la represión.

Que en este año se haya superado el número de llegadas de los dos años anteriores juntos, pone en evidencia el fracaso de la política migratoria de la Unión Europea, basada en el control de fronteras, en muros y concertinas, en Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE) y en deportaciones.

A esto hay que unir la ausencia de garantías de derechos a quienes arriesgan sus vidas atravesando el Mediterráneo. Un CIE les espera en tierra, y si este se desborda, como ha pasado recientemente en nuestra Región, se les dirige a la cárcel, aunque esta no cumpla las mínimas condiciones. Como resultado, se priva de libertad a personas que no han cometido ningún delito.

"Estos días hemos sido testigos de las desafortunadas declaraciones del nuevo delegado de Gobierno, Francisco Bernabé, que tildó de "ataque coordinado y asalto" la llegada de migrantes a nuestras costas. No podemos olvidar que, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, en lo que llevamos de siglo, más de 40.000 personas han muerto tratando de llegar a las costas europeas. Es por eso, que el uso de estos términos para calificar la llegada de seres humanos que arriesgan sus vidas porque en sus países de origen no tienen posibilidades de vivir dignamente, o incluso de sobrevivir, ya ha sido rechazado por colectivos sociales y por varias formaciones políticas."

En el contexto de una Europa en la que los discursos de odio y racismo están impulsando el auge de la extrema derecha, no es de recibo que un cargo público haga este tipo de comentarios sobre quienes huyen de la pobreza extrema, de la represión y en algunos casos de la muerte. La crisis humanitaria que estamos viviendo no se solucionará poniendo concertinas más grandes ni muros más altos. Requiere de una reformulación de la política migratoria centrada en las causas de los movimientos migratorios y basada en derechos.

"Por todas estas razones, instaremos al Gobierno Regional a tomar medidas ante la crisis humanitaria que vivimos priorizando el respeto a los Derechos Humanos y pediremos que se habilite el CIE de Murcia como un centro de acogida para inmigrantes, ampliando los recursos sociales, psicológicos, educativos y jurídicos. Demás también instaremos al Gobierno Central y al Parlamento Europeo a promover un cambio en las políticas migratorias, ya que está más que comprobado el fracaso del sistema actual."