El Cementerio Municipal “Nuestra Señora del Carmen” de Totana abrió hoy, después de casi dos meses cerrado por la crisis provocada por el COVID-19, con un aforo máximo permitido de 40 personas, debiéndose adoptar todas las medidas rigurosas de seguridad e higiene establecidas con carácter general por las autoridades sanitarias.
El alcalde, Juan José Cánovas, autorizó ayer esta medida mediante la firma de un decreto de reapertura del camposanto. El horario permitido de acceso es, de lunes a domingo, de 8:00 a 13:30 horas y de 16:00 a 20:00 horas, respectivamente.
Además, se establece un control de accesos en la puerta principal del cementerio, abogando por que exista fluidez en las entradas y salidas. Además, se exige a los visitantes la obligación de llevar mascarillas y guardar las distancias de seguridad de dos metros como mínimo, y llevar los utensilios de limpieza del domicilio.
Los aseos permanecen cerrados y se recomienda un tiempo razonable en el interior del recinto de no más de 30 minutos, así como colaboración en el cumplimiento de las recomendaciones con el fin de evitar aglomeraciones innecesarias e injustificadas.
La Alcaldía ya decretó una resolución el pasado 17 de marzo que acordaba, entre otras medidas, el cierre del Servicio de Cementerio Municipal, ante la situación provocada por la pandemia y a fin de facilitar que la población permaneciese en sus domicilios, asegurando en la medida de lo posible el aislamiento personal como medida preventiva contra la expansión del contagio del COVID-19.
El primer edil ha querido insistir que esta medida se establece por la especial sensibilidad que acarrea no poder visitar a los seres queridos durante este tiempo, pero ha subrayado que en la medida que las personas que visiten el camposanto incumplan las medidas obligatorias establecidas, se deberá obligado a decretar su cierre para evitar aglomeraciones y contagios.
Además, la Alcaldía ha instado a los vecinos y vecinas a que, a pesar de que esta norma entrará en funcionamiento ya mañana, hagan las visitas de forma escalonada durante los próximos días con el fin de no masificar los accesos, evitar las aglomeraciones y no promover concentraciones innecesarias de personas.
El Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, que declaró el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, determinaba como motivación prioritaria “proteger la salud y seguridad de los ciudadanos, contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública”.