El alcalde, Juan José Cánovas, ha instado a la ciudadanía de Totana a utilizar el uso obligatorio de la mascarilla en todos los lugares abiertos y cerrados tras la orden del Consejo de Gobierno fijada desde ayer por la Comunidad Autónoma en la Región de Murcia, pero no por evitar la sanción sino por avanzar en la protección frente a los riesgos de contagio que mantiene el COVID-19.

Cánovas ha querido hacer una reflexión pública para que la población no se confíe ni se relaje, porque continúa la preocupación al Ayuntamiento sobre las posibilidades de contagio existentes todavía en este tiempo de verano.

El regidor ha recordado que Totana pasó uno de los primeros brotes de España a finales de mayo, que obligó a frenar la evolución en la desescalada una semana, y que se gestionó adecuadamente recibiendo incluso felicitaciones de las autoridades sanitarias regionales y nacionales.

También ha subrayado que los brotes continúan apareciendo, por lo que hizo un llamamiento a la responsabilidad ciudadana porque se trata de una cuestión de autoprotección personal y con la comunidad.

Además, ha dicho que no hay que obsesionarse ni ser alarmistas con la medida pero ha apelado a desarrollar un comportamiento cívico que dicta no estar en fiestas o concentraciones de personas que no contemplen medidas de seguridad y restricciones de aforo, guardando las precauciones y medidas sanitarias.

El primer edil ha dicho esperar que la Guardia Civil y Policía Local no tengan que sancionar a nadie, y se aplique el sentido común de protegernos y proteger a los demás, pues parece haberse olvidado una situación que puede ser muy complicada si se disparan los contagios.

Juan José Cánovas ha dicho que retroceder sería muy triste y un hachazo casi definitivo para la economía local; por lo que ha instado a las empresas, comercios y hostelería a trabajar en este sentido para no volver a atrás, y evitar así una situación que puede ser muy dolorosa.