Las Fiestas del Barrio de San Francisco serán del 30 de septiembre al 2 de octubre

Francisco de Asís (en italiano Francesco d’Assisi, nacido Giovanni di Pietro Bernardone; Asís, 1181/11824 -ibídem, 3 de octubre de 1226) es un santo italiano, diácono, y fundador de la Orden Franciscana, de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas y una tercera conocida como tercera orden seglar, todas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia católica en la Edad Media.

De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios. En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de los musulmanes al cristianismo. Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera. Tal forma de vivir no fue aceptada por algunos de los nuevos miembros de la orden mientras ésta crecía; aun así, Francisco no fue reticente a una reorganización. Es el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas. Fue canonizado por la Iglesia católica en 1228, y su festividad se celebra el 4 de octubre. Es conocido también como il poverello d'Assisi (‘el pobrecillo de Asís’, en italiano). En Totana hay devoción a este santo tan como ha podido constatar Ciudad de Totana Noticias.

En el siglo XII se hicieron cambios fundamentales en la sociedad de la época: el comienzo de las Cruzadas y el incremento demográfico, entre otros motivos, influyeron en el incremento del comercio y el desarrollo de las ciudades. La economía seguía teniendo su base fundamental en el campo dominado por el modo de producción feudal, pero los excedentes de su producción se canalizaban con mayor dinamismo que en la Alta Edad Media. Aunque todavía no se estaba produciendo una clara transición del feudalismo al capitalismo y los estamentos privilegiados (nobleza y clero) seguían siendo los dominantes, como lo fueron hasta la Edad Contemporánea, los burgueses (artesanos, mercaderes, profesionales liberales y hombres de negocios) comenzaban a tener posibilidades de ascenso social. La Iglesia, protagonista de ese tiempo, también se vio influida por la nueva riqueza: no eran pocas las críticas a algunos de sus ministros que se preocupaban más por el crecimiento patrimonial y sus relaciones políticas de conveniencia.

Debido a ello, diversos movimientos religiosos surgieron en rechazo a la creciente opulencia de la jerarquía eclesiástica en esa época, o se dedicaron a vivir más de acuerdo con los postulados de una vida pobre y evangélica.9 Algunos de ellos medraron afuera de la institución y vivieron a su manera; tales movimientos fueron condenados hasta el punto de considerarlos herejes. Los cátaros predicaban entre otras cosas el rechazo a los sacramentos, las imágenes y la cruz.10 Otras organizaciones como la creada por San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán, por el contrario, nacieron bajo sumisión a la autoridad católica y fueron conocidas con el nombre genérico de "los monjes mendicantes". Este movimiento logró que la mayoría de la Iglesia se alejase de la opulencia, algo que tornaría en el siglo XIV.

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