Autoridades municipales y trabajadores públicos han guardado, a las puertas del Ayuntamiento de Totana, un minuto de silencio como muestra de condena y repulsa por el último presunto caso de violencia machista en Benicássim (Castellón), que tuvo lugar el pasado sábado en el que fallecieron dos jóvenes de Villareal al colisionar contra una gasolinera y después incendiarse el coche en el que viajaban.
Éste caso, que está todavía investigándose, podría sumar una nueva víctima por violencia machista en España, 58 en total, ante la ausencia de marcas de frenadas previa al potente impacto y la existencia de denuncias previas por malos tratos abren la puerta a la hipótesis.
El conductor del turismo, V.Ll.J. de 28 años, tenía una orden de alejamiento sobre la joven de 20 años, Andrea Carballo, que también perdió la vida en el siniestro desde el pasado 13 de diciembre, día en que la madre de la muchacha presentó una denuncia por supuestos malos tratos.
Al parecer, la chica decidió el pasado mes de noviembre interrumpir la relación sentimental que mantenían desde hacía dos años y que les llevó a vivir juntos y regresar al domicilio familiar. Pero fue a principios de diciembre cuando su madre acudió a la Policía para denunciar al hombre porque había intentado atropellar a su hija.
La denuncia fue ratificada por la chica y ante ese intento de atropello, desde el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén) se valoró que se encontraba en «una situación de riesgo medio». Por ello se le indicó como medida cautelar que siempre permaneciera acompañada por otras personas.
Al mismo tiempo, la Policía decretó la orden de alejamiento para su presunto agresor quien incumplió el sábado, obligándole por la fuerza a subir al coche que acabó poco después impactando brutalmente con un surtidor de gasolina de la estación de servicio ubicada en el kilómetro 988 de la carretera N-340, en el municipio castellonense de Benicássim.
